Bedón

Bedón
Valle del río Bedón (Llanes)

jueves, 2 de junio de 2011

Mejor, como está...

Litoral de Cué (Llanes) - Mayo 2011

"Nada es tan frágil como la armonía de los lugares bellos"

Corríjanme si me equivoco, pero diría que esta frase - corta, rotunda y certera - es de la escritora francesa Marguerite Yourcenar (1903-1987). La manía de enmendarle la plana a la Naturaleza, en especial cuando no hay necesidad alguna, suele producir resultados nefastos. No digamos ya cuando se trata de "mejorar" con fines turísticos algo tan frágil como el litoral. En España tenemos sobrada experiencia. En despropósitos, claro está. Y en Llanes (Asturias) no íbamos a ser menos. La costa entre Toró y Cué, bella y solitaria, apenas ha sido alterada por la mano del hombre, y es refugio de pescadores tranquilos, caminantes intrépidos y bañistas ajenos al agobio playero. Por si fuera poco, el tramo litoral es un espacio  protegido (LIC y ZEPA "Ribadesella- Tinamayor"). Una delicia. De momento, claro. Porque a nuestras autoridades municipales- ver BOPA 25-4-2011 -, con el auxilio de ¡¡¡la Demarcación de Costas de Asturias!!! no se les ha ocurrido otra idea que la de trazar un senda por el mismo borde costero, contribuyendo muy eficazmente a deteriorar la naturalidad y tranquilidad del lugar. Y todo ello sin necesidad, porque hubiese bastado con acondicionar - limpiar de maleza - los caminos agrícolas existentes, que por cierto están abandonados, para mejorar los accesos al litoral sin necesidad de tanto impacto ni de tan grande dispendio de dinero público. Un dislate. Y luego hay que aguantar la verborrea insufrible de algunos políticos locales hablando por los codos de desarrollo sostenible. Como si supieran lo que es.

viernes, 29 de abril de 2011

Con la venia

"Asturias es un paraíso natural en la Península Ibérica. Desde los abruptos acantilados del litoral hasta las altas cimas de sus montañas, el bosque y la campiña aprisionados, dan cobijo a una gran variedad de especies vegetales y animales que viven entre el frío y la aridez de las cumbres y el microclima templado de los valles y la costa. Pero su futuro es incierto; el hombre abusa de la Naturaleza, la maltrata y destruye."

Alfredo Noval Junquera (1928-2001)

Cuando allá por el año 1983 el gran naturalista asturiano Alfredo Noval escribía estas oportunas reflexiones en el prólogo a su obra "Asturias, nubes y bosques" difícilmente podía imaginar que 28 años después iban a estar plenamente vigentes. Aunque venido a menos, Asturias sigue siendo ciertamente un paraíso natural, pero su futuro permanece incierto, aunque no por las causas - industrialización excesiva - que entonces se atribuían a su decadencia. Hoy en día, a pesar de contar con el teórico amparo de muchas leyes protectoras de la naturaleza, a pesar de disponer de kilómetros cuadrados de espacios protegidos y a pesar de la mucha soltura con la que hablamos de desarrollo sostenible, el paisaje asturiano sigue desangrándose, perdiendo poco a poco el vigor y la salvaje belleza que antaño tuvo. Hoy en día los enemigos del paisaje asturiano son otros. Los primeros y peores, los políticos - presidentes, consejeros, diputados, senadores, delegados, alcaldes, concejales, etc, etc - que salvo menguadas excepciones, no lo valoran ni lo respetan, considerándolo meramente como un instrumento de propaganda electoral, cuando no un solar en potencia o un simple producto  de consumo turístico. La naturaleza asturiana está protegida sobre el papel. La realidad puede ser dolorosamente diferente.

¿Que hacer entonces?. Pues cualquier cosa menos rendirnos o atrincherarnos en una cómoda indiferencia. Si los políticos no saben o no quieren valorar las bellezas naturales de Asturias, es nuestra responsabilidad ciudadana defenderlas, como hicieron los pioneros del naturalismo asturiano. Y éste, aunque pequeño, será mi grano de arena. Paz y bien para ustedes, que diría San Francisco de Asís.